Como autor de éste artículo expreso mi gran admiración por las aperturas al estilo Half-Life y cómo la inmersión en el mundo del protagonista del juego sigue siendo impresionante incluso décadas después de su lanzamiento. Mundfish, el desarrollador de Atomic Heart, también parece ser un admirador de este tipo de comienzos, ya que el juego presenta cinco viajes en tranvía en la primera media hora del juego. Ahora también debo decir que la primera hora del juego Atomic Heart parece una parodia de un juego que ya ha pasado su punto álgido, lo que puede ser una señal de que la experiencia de juego no es tan inmersiva como la de Half-Life.
El juego Atomic Heart comienza con el personaje del jugador, el agente P-3, en una barca navegando por un canal en el Complejo Chelomey, que presenta una visión retrofuturista de la URSS con autómatas, arquitectura blanca y una enorme estatua de Karl Marx. Después de la barca, el jugador camina por una calle lineal que lleva a un edificio importante con un interior cavernoso. Dentro del edificio, se toma un ascensor durante un minuto para obtener una llave en la parte superior del edificio.
Al llegar arriba, el jugador es detenido por dos robots sin rostro que le dan otra llave y lo envían de regreso al ascensor para bajar. Aunque el largo viaje en ascensor parece extraño, el juego lo disfraza con sarcasmo. A pesar de que la repetición no fue atractiva, la audacia del juego al enviar al jugador en una misión para obtener algo tan pronto en el juego es sorprendente.
"¡Podemos coger el mismo ascensor que cogimos para llegar hasta aquí!", dice alegremente tu guante electrónico.
"Gracias Einstein, ¿qué haría yo sin ti?".
En Atomic Heart, el diálogo no es suficiente para salvar un mal diseño. Después de una breve interacción, el jugador sube a un coche, se le ata a un robot volador y es elevado por los aires, lo que le permite ver la impresionante vista del Complejo Chelomey. Sin embargo, esta experiencia de viaje en el aire se siente forzada y puede resultar aburrida si no se disfruta de la dirección artística del juego.
Más adelante, el jugador conoce a una anciana que lo lleva a un búnker secreto, donde se encuentra con el tercer viaje en ascensor del juego. Esta vez, el ascensor está en caída libre, pero sigue siendo un viaje en ascensor. Esta secuencia de eventos se siente poco original y poco emocionante.
Si bien Atomic Heart se inspiró en BioShock Infinite, no logra evolucionar el tipo de introducción que este último juego logró. A diferencia de BioShock Infinite, que permite al jugador controlar sus acciones mientras se mueve de A a B, Atomic Heart limita al jugador atándolo a un coche volador para que tenga que mirar. En resumen, Atomic Heart no logra alcanzar la calidad y la emoción de otros juegos similares en su tipo de introducción.