Reseña de 'Alien: Romulus': Explorando el terror en una nave abandonada y un mundo desolador

La saga “Alien” sigue evolucionando con “Alien: Romulus”, una nueva entrega que, sin perder la esencia de sus predecesores, se adentra en territorios inquietantes y ginecológicos. Esta séptima película de la serie, dirigida por Fede Álvarez, se sitúa cronológicamente entre “Alien” (1979) y “Aliens” (1986), y llega a los cines el 16 de agosto. A pesar de la longevidad de la franquicia, esta secuela demuestra que el universo Alien sigue siendo un terreno fértil para el horror y la innovación.

En "Alien: Romulus", el universo de la franquicia se expande hacia un paisaje desolador y opresivo

"Alien: Romulus" muestra un mundo desolador y una luminosa esperanza

En "Alien: Romulus", el universo de la franquicia se expande hacia un paisaje desolador y opresivo, anclado en la colonia minera estelar de Jackson, situada a 65 millones de años luz de la Tierra. Este entorno, sombrío y sucio, sirve como el escenario de la vida de Rain Carradine (interpretada por Priscilla y Cailee Spaeny), quien anhela escapar de la inclemencia de su entorno actual. Jackson está envuelto en nubes de tormenta perpetuas que bloquean la luz solar, creando un ambiente perpetuamente gris y deprimente.

Alerta de Spoiler

Rain, que sueña con un futuro mejor, está atrapada en un ciclo interminable de desesperanza. Su vida se ve marcada por la rutina monótona y el malestar que caracteriza la existencia en este planeta inhóspito. La colonia minera está llena de maquinaria oxidada y corrosiva, que se resiente bajo el peso de los años. Los pasillos estrechos y mal iluminados de las instalaciones reflejan el desgaste del lugar y contribuyen a una atmósfera de claustrofobia y desesperanza.


Su compañero, Andy (David Jonsson), es un androide defectuoso creado por el difunto padre de Rain. Este androide presenta fallos en su programación que le confieren una personalidad "adolescente", llena de chistes cursis y actitudes inmaduras. A pesar de estos defectos, Andy se convierte en una figura de apoyo y un hermano sustituto para Rain, con una dinámica fraternal que sustituye la relación madre-hijo de las entregas anteriores de la saga. Rain ve en Andy una fuente de consuelo y compañía en medio de la frialdad de su entorno.

"Alien: Romulus" muestra un mundo desolador y una luminosa esperanza

El giro en la vida de Rain llega cuando su contrato de trabajo se extiende por cinco años más, lo que intensifica su desilusión. Sin embargo, un rayo de esperanza aparece cuando visita a Tyler (Archie Renaux), un joven con el que comparte una historia romántica, y a su primo Bjorn (Spike Fearn), su hermana Kay (Isabela Merced), y su amiga Navarro (Aileen Wu). Tyler ha encontrado una nave abandonada en órbita, que promete una posible escapatoria de la dura realidad de Jackson.

La visión de Tyler de utilizar esta nave para abandonar el planeta y llegar a un lugar mejor, el mundo soleado de Yvaga III, se convierte en una meta tangible para Rain y su grupo. La nave, que ofrece la posibilidad de escapar y encontrar un futuro más brillante, se convierte en el símbolo de su esperanza. Este plan se convierte en el motor que impulsa a Rain y a sus compañeros a enfrentar los peligros que les esperan en su camino hacia la nave.


Encuentro con el Horror: La Nave Abandonada

La nave abandonada, que inicialmente parece ser una oportunidad de salvación, revela una dimensión mucho más siniestra y aterradora en "Alien: Romulus". Lo que en principio parecía un refugio de esperanza se transforma en un oscuro laboratorio de investigación, donde el objetivo principal era estudiar a los xenomorfos, las temidas criaturas del universo Alien.

Al llegar a la nave, Rain y su equipo se encuentran con un entorno cargado de un sentido profundo de abandono. Los corredores están impregnados de un aire de deterioro, con luces parpadeantes y sombras que se deslizan por las paredes. El ambiente está saturado de un olor metálico y de una atmósfera densa y opresiva, acentuada por el constante zumbido de la maquinaria en desuso. La nave está llena de equipo científico anticuado y parcialmente desmontado, que deja entrever las investigaciones que alguna vez se llevaron a cabo.

"Alien: Romulus" - Encuentro con el Horror

En una de las cámaras criogénicas de la nave, el equipo descubre la verdadera naturaleza del lugar. La liberación de decenas de abrazacaras xenomorfos desencadena una serie de eventos terroríficos. Estas criaturas, con sus bocas pequeñas y feroces, y su sangre ácida, representan una amenaza mortal y omnipresente. La tensión aumenta a medida que los xenomorfos comienzan a cazar a los intrusos, mostrando la brutalidad y la eficacia de sus mecanismos de ataque.

Uno de los momentos más inquietantes ocurre cuando el grupo de Rain se ve obligado a enfrentarse a los abrazacaras xenomorfos en un enfrentamiento desesperado. La cámara muestra de cerca las criaturas, enfatizando sus características grotescas y su agilidad mortal. La sangre ácida de los xenomorfos y sus ataques rápidos crean una sensación de urgencia y desesperación en la narrativa.

El horror alcanza su punto culminante cuando Rain, para salvar a su grupo de una muerte segura, decide reemplazar el módulo cerebral de David con el de un androide “muerto”. Este acto desesperado introduce un nuevo nivel de conflicto, ya que la inteligencia artificial del nuevo módulo está vinculada a los objetivos malignos de Weyland-Yutani. La presencia de este androide maligno, que lleva el rostro de Ian Holm, conocido por su papel como Ash en la película original, añade una capa adicional de tensión y peligro.


La nave abandonada, en lugar de ser una simple salida de la desesperación, se convierte en un escenario de terror y horror. El diseño de los efectos especiales y el trabajo de cámara intensifican la atmósfera opresiva y la sensación de claustrofobia, creando una experiencia cinematográfica que es a la vez fascinante y perturbadora. La representación visual de los xenomorfos, con su textura viscosa y su movimiento inquietante, y la atmósfera general de la nave, llena de sombras y niebla, establecen un nuevo estándar para el horror en el universo Alien.

El giro inesperado: La actualización del androide

Un giro crucial en “Alien: Romulus” es la introducción de un nuevo módulo para Andy que lleva el rostro de Ian Holm, el androide Ash de la película original. Esta actualización del androide, ahora maligna, busca cumplir con los objetivos de Weyland-Yutani de recuperar un xenomorfo para fines lucrativos. Andy se enfrenta a una batalla interna entre su lealtad a su creador corporativo y su deseo de proteger a Rain. Este conflicto añade profundidad a la trama y refuerza el tema de la lealtad en medio del horror.

Alien: Romulus - Andy se enfrenta a una batalla interna entre su lealtad a su creador corporativo y su deseo de proteger a Rain

Aunque algunos elementos de la película, como los efectos especiales generados por computadora para resucitar a Holm, pueden parecer torpes, el guion de Álvarez y Sayagues se mantiene fiel a la esencia de la franquicia. La película utiliza creativamente situaciones de peligro, como la desaparición repentina de la gravedad y un final perturbador relacionado con el embarazo secreto de Kay.

Diseño Visual y Homenajes a la Saga

El diseño visual de “Alien: Romulus” es un aspecto destacado que refuerza la atmósfera tensa y opresiva de la película. La película hace un uso magistral de la CGI y el diseño de escenarios para crear un ambiente auténtico y aterrador.

Tecnología y Escenarios: La película presenta una tecnología deteriorada y húmeda que refleja el estado de decadencia de la colonia minera y la nave abandonada. Los corredores de la colonia están envueltos en sombras y niebla, acentuando la sensación de claustrofobia y desesperanza. Los motores envejecidos y las puertas corredizas crujen y retumban, añadiendo una pesadez que aumenta la tensión. La nave, en su rol de laboratorio de investigación, está repleta de equipos científicos obsoletos y pasillos oscuros, lo que contribuye a una atmósfera de abandono y peligro inminente.

"Alien: Romulus" honra la saga y añade nuevos miedos, manteniendo la tensión y ofreciendo una experiencia memorable.

Efectos Especiales y Diseño de Criaturas: Los xenomorfos, como es de esperar, son representados con un diseño impresionante. La película emplea CGI avanzada para capturar la esencia de estas criaturas letales. Los abrazacaras xenomorfos, liberados durante la película, son visualmente impactantes con su textura viscosa y movimientos inquietantes. La sangre ácida y las bocas feroces de los xenomorfos están renderizadas con gran detalle, manteniendo la esencia del diseño original de H.R. Giger mientras se incorporan nuevas variaciones que intensifican el terror.

Cámaras y Movimiento: El trabajo de cámara en “Alien: Romulus” es notable por su habilidad para capturar la vastedad del espacio y la claustrofobia de los escenarios cerrados. Las secuencias que muestran cápsulas volando sobre enormes mundos están diseñadas para impresionar, utilizando tomas flotantes y giratorias que destacan la inmensidad del entorno. El uso de la cámara para crear una sensación de inestabilidad y peligro, como en las escenas de gravedad reducida, añade una capa adicional de tensión a la narrativa.


Iluminación y Ambientes: La iluminación juega un papel crucial en la creación del ambiente siniestro de la película. Los laboratorios están iluminados por una luz fluorescente deslumbrante que resalta la suciedad y el deterioro del entorno. Los huevos alienígenas, goteando una sustancia viscosa y abriéndose con chapoteos blandos, están iluminados para acentuar su apariencia grotesca y peligrosa. La combinación de luces y sombras contribuye a una atmósfera inquietante que es a la vez fascinante y perturbadora.

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En conclusión, “Alien: Romulus” no solo rinde homenaje a la rica historia de la franquicia, sino que también introduce nuevas y aterradoras dimensiones al universo Alien. A pesar de sus limitaciones, la película mantiene la tensión y el terror característicos de la saga. Con una combinación de innovaciones y respeto por los elementos clásicos, “Alien: Romulus” establece un camino prometedor hacia el futuro, ofreciendo una experiencia cinematográfica digna de gritos y con un homenaje final a sus predecesores.

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